martes, 31 de enero de 2023

The three pillars

 

 Where is the origin of a wood? There ins't anything like a first sprout to remember nor a primordial leaf among the greenery.

Throughout my existence the opportunity to contemplate the blooming art and science in this wood of mine came as a scent, one I've been guided to persue by some of the wisest and generous masters around me. And so skills and gifts blend in each shimmering flower's petal, balancing light and form.Winds in the forest are those of  trascendental enjoyment as art is a giggling fairy of green breeze. Though Freedom granted me to them to roam at will, once in a while when even trees turn their arms to the call, they all reunite at The Three Pillars. 

In the Northeast, the Oldest Pillar danced its fantastic wisdom to my awe, as the sweet ambrace of the Southwest Pillar, the laurel wooden one, floated from across. Midway and towards the Northwest stand the third one, reflecting a metalic silhouette when I stare.

 

Those are the three pillars of my persona, everything that lies upon them has asked for their permission.

 

A return to the core just to expand far beyond the limits...



sábado, 17 de junio de 2017

Un lienzo y un camino.

Cuando cierro los ojos veo un universo de estrellas centelleantes en la oscuridad. Cada una es una piedra preciosa transmutándose en su propio fuego. Es un mundo en sí misma, donde todavía habita alguna versión de mí, de mi mente y mis sentimientos. Todavía paseo por esos bosques, me reconfortan las fragancias y el agua de sus cañadas es dulce en mi boca.

Hay noches, muchas, noches de todas las tonalidades, noches como ésta; en que mi pecho se abre exponiendo el corazón a esas luces. La brisa se vuelve ráfaga y las hojas del libro se regresan al pasado, entonces las realidades pueden fundirse y nos libramos del gran reloj de arena. Así mi alma fragmentada se reúne y encuentra sentido a sus huellas, y a este gran lienzo en blanco detrás de mis párpados. Pero nosotros sabemos que ese blanco no es más que ilusión, que este camino que se despliega frente a mí ya lo he recorrido muchas veces. Que incluso una de esas piedras centelleantes es un mapa exacto del misterioso recorrido por el que me guiará.

Es cuando mi corazón se desborda en resplandor y me tiemblan las manos de emoción que abro los ojos y el lienzo blanco aparece para mí. No es un desafío del Universo, es la oportunidad que necesito para fundir la realidad de mi alma con este mundo.

No es un misterio para nada, sé exactamente a dónde vamos.
Confía en mí...

lunes, 12 de junio de 2017

El ciclo sin fin.

He leído que si mientras estamos escribiendo queremos entender nuestra propia novela, de dónde surge, cuáles son sus piedras angulares, debemos fijarnos en aquellas historias que hemos oído, visto o leído y que guardamos profundamente en nuestro corazón.
Es decir, las historias que vibran con al menos un fragmento de nuestra alma.

 Mi novela, desde que escribí sus primeras palabras y hasta el día de hoy, es indudablemente un producto de mi percepción de las interacciones en el Universo. Cuando me inmiscuí en este intento de comprensión de ella en base a las distintas partes de mi esencia que se iban plasmando, tuve una revelación: que así como esos mundos paralelos se reconocían y mezclaban en mi mente para dar lugar a la historia que escribo; así también los distintos elementos que me han influenciado y formado parte de la narración de mi vida, se reconocían y mezclaban en mi esencia para dar como resultado la persona que soy hoy.

Solo tenemos una mente en la que todo confluye. Solo tenemos una vida en la que todo se expresa. El pasado y el futuro existen en esas construcciones mentales que creamos...  También el presente.
Somos libres de elegir los pasos que damos, aunque muchas veces nos damos cuenta después que la corriente nos ha arrastrado lejos. No importa, cualquier paso es el primer paso.


Una vez hace varios años lo supe, y comencé a escribir este blog.
Hoy lo recordé y vuelvo a escribir... Aunque nunca dejé de hacerlo.
 

martes, 17 de diciembre de 2013

El llamado interno


مكتوب


Ya estaba escrito
en el tiempo y en el espacio
que tu alma y la mía 
una luz serían.

Ya estaba escrito 
en los milenios
que en el sagrado Fuego de Pasión
nos consumiríamos.

Sol del desirto 
quemando la arena
tu presencia es agua
que preseva vida.

Paloma salvaje
en el alma azul
tu amor es luz
que ilumina y ciega.

Ya estaba escirto 
y Dios lo sabe
que la mágia de la serpiente de amor
nos haría dioses.

Está escrito
antes de la hora
que la vida vale la pena solo
                                                              cuando el amor nos toca.



Ya "queda nada" mi amada alma gemela, nos encontraremos.


sábado, 18 de mayo de 2013

Nacer como alguien más.

 
Juzgar a una persona es un derecho del que nos apoderamos injustamente.
 
Ya que el juzgar no involucra presentar una solución como la crítica o el consejo, su fin es catalogar, dictar sentencia y destruir lo que se oponga.
Pero ¿existe, acaso, un ser mejor a nosotros mismos para aconsejarnos en el momento preciso, uno que adivine nuestros deseos, mucho antes de ser formulados y produzcan su efecto tentador, para alejarnos del mal? Y si nuestra personalidad, en un principio, no fue más que nuestros íntimos deseos ¿ese alguien no debería estar dentro de nosotros aún antes, entonces, del principio, del primer sentimiento?
En efecto, ese ser debería haber estado siempre donde nosotros estuvimos, exponerse exactamente a lo mismo desde el mismísimo comienzo.
Pero si así fuera, ¿acaso él no sería igual a nosotros pues se habría apoderado de nuestra existencia? ¿Sus deseos no hubieran sido moldeados por el mismo entorno para alcanzar la misma personalidad? Y bajo la misma moral, se transformaría, pues, en nadie más que en nosotros mismos.
Remítome a los hechos, finalmente, para afirmar que entonces, él hubiera tomado las mismas decisiones.

Juzgar a una persona es un derecho del cual nos apoderamos precipitadamente.