...No pienses eso, el amor puede ser como una bella mariposa que volando libre se posa un momento delicadamente sobre tus dedos solo para recordarte que está ahí, para que te detengas a contemplar su belleza.
   Y luego se marcha y tú te quedas ahí con la mirada perdida, pensando que el mundo ahora está vacío y es feo... pero no es cierto. Están las montañas contemplándote, recordándote ser fuerte, el viento acariciando las hojas más altas de las copas de los árboles que pensaron que también estaban sólas, y las estrellas en el cielo nocturno para guiarte.

   Y cuando continúes tu viaje, el amor te verá valiente y listo para recibirlo pero esta vez para siempre. No olvides eso.
   Las montañas parecen más grandes cuanto más cerca estás de ellas.